Relais Montagnard d'Orlu Restaurante para disfrutar con vistas a las montañas en Haute-Ariège

Opiniones de viajeros Google Relais Montagnard d'Orlu

4.2 sur 5 247 Opinión

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  5 sur 5 Opinión publicada por Maria Piña el 10/08/2025

  Aunque llegamos algo tarde y muy cansados del camino a pie por las montañas, llamé antes para confirmar nuestra llegada y estaban esperándonos muy amablemente para el check in. Habitación con 2 camas y una litera, colchón cómodo, almohada y manta. Hay una cocina útil arriba. Nos ofrecieron un menú de cena por 25€ que incluia ensalada con queso de cabrá, pollo con patatas, bebida y poste. Todo riquísimo y muy acertado. #camidelsbonshomes #chemindesbonshommes #randonneur

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  1 sur 5 Opinión publicada por stephane S el 07/08/2025

  Al pasar por allí durante un maravilloso paseo, tentados por el cartel de "maestro heladero" que sugería un producto de calidad, pedimos cuatro bolas y... ¡menuda decepción! Salieron de bandejas para nada artesanales; dos de ellas (la de maracuyá y la de lichi) estaban tan espumosas, gelatinosas y sin sabor que parecían una bandeja descongelada y congelada... ¡Qué lástima! Lo tenía todo a su favor.

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  1 sur 5 Opinión publicada por Myriam Sutto el 02/08/2025

  Un pequeño restaurante antes de irnos de una semana al camping Orlu. Reservamos el día anterior por consejo del camarero presente. Llegamos y nos instalamos; muchos de los clientes eran personas alojadas en las casas rurales. El camarero, encantador, nos informó que no era camarero, que no era su trabajo y que tampoco había cocinero; que el dueño estaba a cargo de la cocina. Pedimos, y de cinco platos, simplemente se olvidaron de uno. Fuimos amables y comprendimos que no era fácil para nadie. Una vez terminado el postre, fuimos a pagar una cuenta que podríamos calificar de excesiva. La comida no era más que comida congelada, un brownie de 6 € directamente del paquete y una hamburguesa de 18 €. ¡Algo más de 25 € por persona! Éramos cinco, incluidos dos niños de 3 y 7 años. Entendíamos las dificultades del momento, pero teníamos que ser razonables y asegurarnos de que la calidad y el precio fueran consistentes. O simplemente no abrir fuera del horario de comidas de las casas rurales.